La papaya, originaria de América Central, es una fruta que se ha cultivado y consumido durante siglos, desde los tiempos de las civilizaciones mesoamericanas. Mayas y aztecas valoraban esta fruta por sus propiedades nutritivas y medicinales (Pharmacius, 2023).
Con la llegada de los europeos a América, se difundió por el mundo y se adaptó a climas tropicales y subtropicales (Europeana, s. f.). Gracias a su facilidad de cultivo y múltiples usos, se convirtió en una de las frutas exóticas más populares.
Usos de la papaya en la industria alimentaria
Esta fruta se utiliza en la industria alimentaria de diversas maneras. Posee una enzima proteolítica, la papaína, que se usa como ablandador de carne, en la producción de cervezas y como suplemento digestivo (Europeana, s. f.).
Además, su pulpa dulce y jugosa es muy apreciada a la hora de producir jugos, purés y concentrados, tal como sucede con las frutas cítricas. Las papayas también se utilizan en mermeladas, dulces, rellenos para pastelería y deshidratados.
A lo largo del tiempo, se han desarrollado cultivos de diferentes variedades. Así, usted puede escoger entre distintos tipos de fruta según el resultado que desee obtener:
- Hawaiana: es una fruta pequeña (de hasta 1 kilo de peso), de color anaranjado y dulzor intenso.
- Mexicana: puede pesar hasta 5 kilos por pieza. La pulpa es amarilla y su sabor es más suave.
- De montaña: proveniente de los Andes, es una fruta de pulpa firme y bajo dulzor.
Papaya: mejores prácticas para su procesamiento industrial
La industria alimentaria necesita cumplir una serie de estándares para garantizar la seguridad y calidad de sus productos. En este sentido, es clave tener en cuenta algunas prácticas para el correcto procesamiento de esta fruta.
Selección de las frutas
Deben cosecharse en el punto óptimo de madurez, ya que las frutas inmaduras no desarrollan su sabor completo. Y si están maduras en exceso, pueden descomponerse rápidamente. Además, es fundamental seleccionar piezas sin daños físicos.
Lavado y desinfección de la papaya
Antes de procesarse, la fruta se debe lavar y desinfectar para eliminar cualquier residuo de pesticidas, tierra o microorganismos patógenos. Para ello, se suele utilizar soluciones de cloro o ácido peracético.
Pelado y despulpado
Los diversos tipos de frutas se someten a procesos específicos para convertirse en puré. Específicamente, las papayas se pelan y despepitan manualmente o mediante maquinaria especializada. La pulpa obtenida se debe inspeccionar para asegurarse de que esté libre de impurezas.
Correcto envasado
Para obtener un producto de calidad, el puré debe envasarse en condiciones higiénicas y en materiales adecuados que lo protejan de la luz, el oxígeno y la humedad. Los envases al vacío o en atmósfera modificada son útiles para extender la vida útil de la fruta procesada.
Pasteurización
Este proceso industrial extiende la vida útil de los purés y garantiza su seguridad. La pasteurización elimina los microorganismos patógenos sin afectar significativamente el sabor o los nutrientes de la fruta. En síntesis, la papaya es un ingrediente versátil muy valorado en la industria alimenticia global. Considere incorporarla en sus productos para diversificar su propuesta comercial y mejorar sus ofertas.
Referencias bibliográficas
- Europeana. (s. f.). Papaya: la fruta de los ángeles.
- Infobae. (2024, 10 de enero). Para qué sirve la papaya y cuáles son sus beneficios para la salud.
- Pharmacius. (2023, 2 de septiembre). La papaya: propiedades y para qué sirve.