La sensación en la boca es fundamental en la experiencia del consumidor, pues trasciende el sabor y la apariencia. A continuación, exploraremos cómo influye en la percepción de calidad de los productos alimenticios y las decisiones de compra de los consumidores. También cómo las empresas productoras de purés, jugos simples y concentrados de frutas tropicales pueden optimizar la experiencia sensorial.
Asimismo, analizaremos el uso de la tecnología de los alimentos para este propósito. Finalmente, la importancia de reconocer las propiedades organolépticas para diseñar productos con las texturas ideales según las expectativas del mercado objetivo.
La importancia de la sensación en la boca
Un factor determinante para el éxito de un producto alimenticio es causar una primera buena impresión sensorial. El éxito radica en transmitir frescura, naturalidad y calidad superior. Esto se logra cuidando meticulosamente la apariencia, el aroma, el sabor y, muy especialmente, optimizando la sensación en la boca.
Los consumidores buscan alimentos no transgénicos, naturales y frescos. Pero cuando compran comida perecedera, confían en que las propiedades organolépticas como la textura se conserven intactas. Por ello, los productores invierten en mantener la calidad durante la cadena de producción, empaque, transporte, almacenamiento y preparación final.
Cómo influye este aspecto en la elección de productos
Según estudios, la textura de un alimento influye más que el aroma en la percepción de frescura y naturalidad. Esto aplica para especialmente en la clasificación de alimentos de categorías tan diversas como frutas, verduras, carnes, lácteos y cereales.
Por ejemplo, los consumidores esperan una textura crujiente en las manzanas, una suavidad cremosa en el yogur y una consistencia suave y fácil de tragar en los purés de bebés. Cuando estas expectativas no se cumplen la insatisfacción es mayor e influye en no volver a comprar el producto.
Optimizando las propiedades organolépticas de jugos y purés
Las empresas productoras de jugos, purés y concentrados de frutas tropicales como el mango, fresa, maracuyá o guayaba enfrentan el desafío de preservar la frescura y entregar la sensación en la boca esperada por los consumidores.
Esto requiere controlar variables como acidez, contenido de fibra, tamaño y forma de partículas en suspensión. También es clave validar cómo el componente organoléptico de los alimento, se ve impactado por otros factores. Por ejemplo: temperatura, grado de concentración, nitidez, consistencia, sensación de partículas y adhesividad del producto.
De igual forma, en los purés es esencial homologar consistencia, granulometría y sensación de partículas con los estándares del mercado. Esto se logra combinando una buena selección de materias primas y el uso de tecnologías. Por ejemplo: despulpadoras, refinadores y homogeneizadores industriales.
Los productores sofisticados además invierten en soluciones de lavar la comida para eliminar cualquier residuo no deseado antes del procesamiento. Esto garantiza purés de frutas tropicales con la máxima calidad organoléptica.
En conclusión, la sensación en la boca es un diferenciador clave que las empresas de alimentos no pueden descuidar. Optimizar las propiedades sensoriales como texturas y consistencias específicas para cada producto y mercado es indispensable para superar las expectativas de los consumidores y generar compra repetida. Esperamos que este artículo resalte la importancia de diseñar la mejor experiencia sensorial y sirva para avanzar en esta dirección.
Referencias Bibliográficas
- Mio, K. Et al. (2024). Effect of texture preference on food texture perception: Exploring the role of matching food texture and preference. Appetite.
- Sampurna, R. et al. (2023). Food product quality, environmental and personal characteristics affecting consumer perception toward food. Frontiers.